Antes de la filosofía fueron los filósofos .Se llamaron así a sí mismos amantes de la sabiduría, buscadores, gente que está en camino, que busca la verdad. Gente que no se conformó con las respuestas existentes en su época para las preguntas de siempre: ¿para que estamos en el mundo?, ¿qué sentido tiene la vida?, ¿por qué vivir si vamos a morir?,¿ cuál es el origen del universo?, ¿por qué hay injusticias?…y otras cuestiones que consideraron vitales.
La filosofía como pensamiento es un asunto de la memoria, porque a esos primeros se sumaron los que venían. Para negarlos, para aceptarlos, para pensar igual o pensar distinto, para pensar algo nuevo. Para pasarse la pregunta, la duda, la duda filosófica no es cualquier duda es una herida. Cada duda abre un camino para recorrer.
Estudiar filosofía es como meterse por ese camino de memoria del pensamiento humano. No en el sentido de recabar toda la información posible sino de traer las preguntas al presente para reeditarlas, para repreguntarse hoy. Para formular nuevas preguntas.
Las preguntas iluminan un espacio y hacen presentes nuevos puntos de vista.
Hay por supuesto un pensamiento de los de arriba y un pensamiento de los de abajo. Un pensamiento que camina hacia la vida y otro que camina hacia la muerte.
Filosofar es hacer esta tarea de la memoria de las preguntas, de las búsquedas profundas. El camino de la memoria son las palabras. Todo cambia…conócete a ti mismo, pienso luego existo, revolución.
Para que esta memoria se actualice en nosotros es preciso estar desconformes, inquietos, rebeldes, angustiados por la existencia, aterrorizados por la muerte, asombrados por la vida, enamorados. Atentos, porque nos quieren hacer creer que hay una sola forma de pensar. Siempre nos quieren poner el mismo traje a todos
En ese sentido todos podemos ser filósofos, podemos no terminar de adaptarnos nunca. Siempre hay algo que no nos cierra. Nos importa la verdad y el problema es que la verdad atraviesa muchas dificultades, se esconde, se oculta y de pronto aparece.
Hoy la memoria nos reclama pensar en el genocidio, no será nunca lo mismo pensar , enseñar y aprender después de Austwitchz y después del "proceso militar". Como dice Gieco: ¿con que libros estudió esta bestia que nos mata a todos?
Pensar es una forma de militancia, de acción, de transformación. Por algo siempre nos quieren convencer de que pensar es aburrido, es de viejos, no sirve, es de colgados. Pensar es urgente. No hay tiempo, se trata de encontrar la forma de reproducir la vida y no de eliminarla. Cuando vemos los problemas cada vez más urgentes de América latina nos preguntamos que hace falta pensar para cambiar las cosas. Yo voy por los trenes, por mi barrio, chicos de cuatro años me venden estampitas, mis vecinos cartonean para comer, hay robos y asesinatos todos los días, y vos decís ¿por que? Vos ves que tu viejo labura y labura y no termina nunca la casa y decís ¿por qué, ¿es un destino?, ¿alguien tiene la culpa? A ustedes se les ocurrirá muchas otras cosas que hay que pensar.
Al recuperar la memoria del pensamiento a través de este camino que es la filosofía, partimos también de la indigencia, de una falta de respuestas, si seguimos por ese camino encontraremos algunas herramientas para pensar la realidad.
Por supuesto que todo esto que les planteo supera el curso de este año, pero podemos darle un poco de esta orientación con tal que nos esforcemos un poco. Esa es la cuestión.
1 comentario:
Recibimos este mail:
Ana Beatriz Ibern te ha enviado un vínculo a un blog:
Que buen estímulo que opera en este texto para aquellos que aún no se deciden a pensar y también para aquellos que lo hacen. Para estos ultimos es una linda companía en el camino, ya que el mismo hecho de pensar muchas veces te hace sentir solo en un mundo en donde todos quieren parecerse. Ana.
Publicar un comentario