Haremos esta reflexión desde el punto de vista de la ética, que es una reflexión filosófica, es decir, busca el origen. Nos interesa para entender las estructuras que producen las condiciones de desigualdad que dejan marcas en las historias de las personas de nuestras comunidades. Pondremos como fundamento de una ética posible el siguiente principio:
Es bueno todo aquello que reproduce la vida humana y permite su desarrollo.
Si aceptamos este principio básico entonces tenemos que pensar que las instituciones que creamos los seres humanos tienen que seguir ese principio. Pero nos encontramos que en el estado actual de cosas no se reproduce la vida sino el dolor y sufrimiento, es decir se producen víctimas, al punto de que la sobrevivencia de nuestra especie corre peligro muchas veces. Como ejemplos podríamos referirnos a los genocidios perpetrados por distintos sectores contra otros, en guerras, en dictaduras, etc. o la misma contaminación ambiental que deja a pueblos enteros sin sus habituales medios de supervivencia obligándolos a emigrar, o situaciones de extrema y continua pobreza y otras.
Vivimos en un sistema que es exclusor, el neoliberalismo. ¿Cuáles son sus principios?
El término neoliberalismo es un neologismo que hace referencia a una doctrina económica y política que considera contraproducente el intervencionismo estatal en materia social o en la economía y defiende el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio y el crecimiento económicos . Se suele considerar como una variedad del liberalismo del siglo diecinueve, aunque esta afirmación no es del todo exacta por la ambigüedad ideológica que presenta como concepto. Es usado con el fin de agrupar a un conjunto de ideologías y teorías económicas que defienden, según sus defensores, los intereses particulares de cada individuo y según sus críticos, los intereses de los grandes grupos económicos. Algunos consideran que es una etapa del liberalismo. De todas formas se basan en algunos principios comunes.
Los siguientes puntos reflejan los principales principios económicos que sustentan.
Principios del liberalismo
• Las leyes del mercado regulan de forma automática la cooperación de los hombres en el mercado
• Todos los hombres son iguales desde el punto de vista del derecho.(no considera la desigualdad de echo del punto de partida)
• Supone que las leyes del mercado son justas y objetivas.
• Naturaliza la propiedad privada y no critica la injusticia de dicha apropiación.
Criticas
Las principales críticas al liberalismo vienen de parte de Carlos Marx quien se da cuenta que:
Los hombres producen relaciones sociales a partir de la relación que esta-blecen con el trabajo, con las fuerzas de producción. Estas relaciones son relaciones de producción.
El trabajo es la mediación entre el sujeto humano y la naturaleza, históricamente determinada.
En la producción social se engendran clases sociales.
Sobre estas relaciones reales, se levantan las superestructuras económicas, jurídicas políticas, religiosas que corresponden a formas sociales de conciencia.
El modo de producción de la vida material determina el proceso de la vida espiritual en general.
La ideología dominante es la de la clase dominante en cada época: y considera naturales ciertos principios religiosos, jurídicos, etc., que son producto de los medios de producción.
En el capitalismo se naturaliza la apropiación de la fuerza de trabajo de unos hombres por otros y no se ve como un acto injusto y de fuerza.
Es decir el liberalismo al considerar que las leyes del mercado y el libre comercio regulan de forma automática la cooperación de los hombres, por lo cual propone la mínima intervención del estado separa lo económico de lo político, moral y religioso, dándole al mercado autonomía y cosificando las relaciones entre los seres humanos.
Si bien considera a todos los hombres iguales desde el punto de vista del derecho no considera el punto de partida de la desigualdad de hecho, que a su vez es acrecentada por la autonomía y anonimato del mercado. Si bien plantea la protección de los más desfavorecidos lo hace a manera de subsidios de desempleo, pensiones públicas, beneficencia pública, subsidios a la producción, que llevan a los mismos liberales a alegar que resulta perjudicial también para ellos, porque entorpece el crecimiento, y reduce las oportunidades de ascenso y el estímulo a los emprendedores.
Supone que las leyes del mercado son justas y objetivas y que el acrecentamiento del capital producirá la abundancia que luego se derramará en la pirámide social. No toma en cuanta que existen clases dominantes. Naturaliza la propiedad privada y genera una ética del buen ciudadano a partir de la defensa irrestricta de la misma, negando a la mayor parte de los seres humanos el derecho a la misma en función de unos pocos. El marxismo constituye una crítica a estas ideas y una explicación del origen de esas desigualdades.
Así, la historia es la lucha del hombre para satisfacer sus necesidades que se desarrollan en un medio social determinado. Entonces, en lugar de la concepción idealista que afirmaba que el sujeto de la historia es el Espíritu, la concepción materialista afirma que lo es el trabajo humano concreto, históricamente determinado. Puesto que en la producción social se engendran clases sociales, el auténtico sujeto de la historia es la clase social trabajadora. No se trata, pues, de de hacer la historia de las ideas, sino que es preciso estudiar las condiciones reales de la producción.
"En la producción social de su vida, los hombres traban determinadas relaciones necesarias, independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a un determinado estadio de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. La totalidad de estas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta una superestructura económica, jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas sociales de conciencia. El modo de producción de la vida material determina el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, a la inversa, su ser social el que determina su conciencia. En un determinado estadio de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes. [...] De formas de desarrollo que eran de las fuerzas productivas, estas relaciones de producción se convierten en sus trabas. Empieza entonces un proceso de revolución social. Con la alteración del fundamento económico se subvierte más rápida o más lentamente toda la gigantesca superestructura. [...] Del mismo modo que no se puede juzgar a un individuo por lo que él se imagina ser, tampoco es posible juzgar una tal época de transformación por su conciencia, sino que hay que explicar ésta por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción" (Marx)
Toda la historia es la historia de las contradicciones reales (no entre ideas, como en la filosofía hegeliana) entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. El factor determinante de la historia lo constituye esta contradicción dialéctica entre fuerzas productivas y relaciones de producción, expresada en la lucha de clases, que se convierte en el motor de la historia. Así se engendra la base económica sobre la cual se edifica la superestructura, que está formada por el conjunto de leyes, ideas, filosofías, arte, religiones, etc., que expresan la conciencia que cada época tiene de su realidad social y configuran la «ideología».
En la medida en que está edificada sobre unas determinadas relaciones de producción, en cada época, la ideología dominante es la ideología de la clase dominante. Así, las concepciones ideológicas son formas invertidas o falsa conciencia que tienden a esconder el verdadero fundamento sobre el que reposan, y deforman la conciencia de la realidad, considerando como naturales hechos, ideas y sistemas sociales que son solamente producto de los distintos modos de producción.
En la sociedad capitalista, los elementos ideológicos fundamentales los suministra la economía política burguesa que, como en la teoría política de Locke, parte de considerar la propiedad privada como un dato «natural», como si existiese una naturaleza humana inmutable como si fuese un hecho «natural» la apropiación de la fuerza de trabajo de unos hombres por otros y no un acto de fuerza e injusticia. Este es el carácter deformador e ideológico de la economía política burguesa.
Enrique Dussel, filósofo argentino contemporáneo, nos ayuda a pensar esto:
Para Smith, de la suma de los egoísmos surge el bien común por obra de las leyes del mercado. El valor de la economía ya no está puesto en el trabajo sino en el mercado.
Los principios liberalistas se sostienen con una ética de clase que justifica lo que sucede en el mercado: hay que tener propiedad privada, hay que respetar la propiedad privada del otro, si robo no hay mercado, hay una competencia y debo respetarla, el que pierde tiene que tener la ¿humildad? de admitir su derrota, que además en algunos países se practica como ideología de combate.
El trabajo es la mediación universal entre el sujeto humano y la naturaleza. Produce un efecto, no solo un objeto. El que trabaja busca ciertos medios de producción, transforma materialmente con su corporalidad realizando un producto que tiene valor de uso, que antes era natural. Por eso tiene un valor de cambio. Así se produce un ciclo porque la vida consume energía y tiene que reponerlo para reproducir la vida.
Según Dussel en América Latina ciertas políticas económicas están produciendo víctimas, porque el sistema es autorreferente, se reproduce a sí mismo, no a la vida. El que no trabaja no puede participar del ciclo y por eso no puede comprar lo que necesita para reproducir la vida.
Este sistema es perverso porque produce víctimas andando bien, y anda bien porque se reproduce a sí mismo. Produce efectos negativos desastrosos con y sin intención.
¿Cuáles serían los principios que sostuvieran instituciones que reprodujeran la vida?
Responderían a los siguientes criterios:
Criterio de verdad: ningún acto humano puede no estar relacionado con la producción, reproducción y desarrollo de la vida
Criterio de validez. ¿Quién dice como se reproduce la vida? Los afectados, a partir de su participación simétrica. En política responde al principio democrático.
No es válido aquello en lo que yo no he participado simétricamente, es decir democráticamente.
Criterio de posibilidad: No pude ser algo bueno si no es posible.
“Ninguno de estos requerimientos cumple la ética neoliberal que plantea todo desde el mercado, lo que tiene salud es el mercado, y democracia significa cumplir con los derechos humanos, pero derechos humanos desde un individuo metafísico cuyo primer derecho es tener propiedad y cuyo segundo derecho es entrar en la competencia, de tal manera que todos los derechos humanos son invertidos en sus contenidos definidos desde el principio metafísico del mercado” Dussel.
La victima me dice con su sufrimiento que el sistema falla, y debe ser revisto, no adaptar a la víctima.
martes, noviembre 17, 2009
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